13 marzo 2019
Ep.
Los empresarios de la calle Alzapiernas en Cáceres y de su entorno han pedido soluciones a la Junta de Extremadura y al Ayuntamiento para una obra que lleva dos meses paralizada, con el acceso cortado, y que está suponiendo graves perjuicios para sus negocios, lo que ha llevado a reducir plantilla y acortar jornadas laborales a sus empleados, en algunos casos.
"Se vende esta calle" es uno de los carteles que han colocado para visibilizar la situación que viven desde hace semanas. "Entre todos la mataron y ella sola se murió", ha espetado Diego Bravo que tira del refranero español para describir el panorama del que "nadie se hace responsable", ya que ambas administraciones "dicen que han hecho lo que tenían que hacer", apunta, mientras la obra "está igual que el primer día".
Una representación de estos empresarios van a asistir esta tarde a una reunión con responsables de la empresa que ejecuta las obras y los concejales de Fomento y Comercio. De este encuentro esperan "soluciones a este problema".
"Queremos que terminen la obra ya", añade, y que "si hace falta se redoble el personal y los turnos de trabajo". "Y ahora nos dice la directora de arqueología de la Junta de Extremadura que esto va para rato porque ahora van a hacer los estudios y van a levantar todo", apunta Juan Antonio Mateo Rebollo, que se lamenta de que "aquí no se va a mover ni una piedra, diga lo que diga el ayuntamiento" porque, según le ha dicho la arqueóloga, "la que manda ahora en la obra es ella".
"Lo triste es que lo que ha aparecido es del siglo XX", añade Bravo que ironiza con que la pizarra que existía en el colegio donde estudió "era más antigua" que la que ha salido a la luz con las obras en Alzapiernas. Los comerciantes se quejan también de que la oposición no se ha puesto en contacto con ellos.
"Somos los olvidados. No nos hacen ni caso", subraya el empresario, que cree que el tema lo están utilizando "unos y otros" como "arma política". "Pero lo triste es que los objetivos de las flechas somos nosotros y nadie pone solución", ha espetado.
En definitiva, esta circunstancia de la calle cortada está afectando a los negocios de la zona, en la que se ubican tiendas de comestibles, cafeterías, ferreterías o de complementos del hogar. Algunos de ellos han tenido que reducir plantilla o jornadas laborales por la falta de clientes.
