28 noviembre 2018
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Cocemfe Cáceres ha protagonizado este miércoles una concentración en el barrio de Moctezuma en la que han participado personas con movilidad reducida para llamar la atención sobre la falta de accesibilidad en los edificios de viviendas, por lo que miles de personas tienen difícil salir de sus propias casas.
De esta forma, se ha unido a una campaña nacional conocida como #Arrestópolis que se ha celebrado de manera simultáneamente en otras 37 ciudades del país. Con este nuevo término se define la discriminación que sufren estas personas que tienen problemas de accesibilidad en las zonas comunes de los edificios donde viven, ya que el 63% tienen escaleras en el paso de la calle al portal y solo el 37% restante cuenta con rampas y accesos destinados a personas con discapacidad o de movilidad reducida.
La responsable de accesibilidad de Cocemfe, Sonia Silva, ha explicado que las administraciones deben garantizar que se lleven a cabo las reformas necesarias en los edificios, independientemente de la capacidad adquisitiva de los vecinos, por lo que ha pedido que se subvencionen estas obras de accesibilidad para que nadie se encuentre en una situación de encierro en su propia casa.
También piden reformas integrales en los edificios como la instalación de ascensores o rampas, en vez de optar por aquellas actuaciones que facilitan la movilidad pero que requieren más mantenimiento. Recuerdan, además, que las barreras arquitectónicas no solo afectan a quienes tienen discapacidad física, sino también a personas en proceso de trasplante, cardiopatías, sensibilidad química múltiple, etc.
La campaña #Arrestópolis, a la que se ha sumado el movimiento asociativo de Cocemfe, pretende sensibilizar a toda la ciudadanía y agentes implicados en la cadena de la accesibilidad para que no exista ninguna persona viviendo en estas condiciones.
Por eso, Silva incide en que debe regularse la ley de propiedad horizontal ya que cuando la obra necesaria en zonas comunes supera las 12 cuotas, no es obligatorio que la asuma la comunidad y tendría que ser el usuario quien lo debe financiar, por lo que "esto debe cambiarse", recalcando que "mi casa no es mi cárcel".
En la concentración frente al Palacio de Congresos de Cáceres ha participado Juan Manuel Trigoso que tuvo un accidente con el coche y se quedó discapacitado. "Yo vivía en un quinto sin ascensor y nos tuvimos que cambiar de vivienda", ha relatado, mientras recuerda las "muchas dificultades" que estas personas se encuentran en el día a día.
"Está todo muy complicado y es problemático moverse por la ciudad porque cualquier paso de peatones tiene peldaños y la gente aparca sin pensar en los demás en zonas de discapacitados o en pasos de peatones", asegura Trigoso que subraya que "la gente es muy egoísta" y hay que mentalizarse de que a cualquier persona le puede suceder lo que le pasó a él.
