23 mayo 2017
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Así se han pronunciado este martes tres trabajadores de administración de Feval, entre ellos el auditor interno, que han comparecido en calidad de testigos en la segunda sesión del juicio que se sigue en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Badajoz, en Mérida, contra tres directivos de Feval por presuntas irregularidades en su gestión.
El primero en declarar ha sido el exauditor interno de Feval, Israel Garrido, quien durante más de una hora ha respondido a las preguntas del fiscal, y de los abogados de la defensa y de la acusación, ante los que ha sostenido que en 2010 comenzaron a detectarse "ciertas anomalías en la contabilidad" de la institución, que puso en conocimiento del entonces administrador de Feval, Juan Francisco Cerrato, quien le dijo que no se preocupase.
Según Garrido, a raíz de la creación de las sociedades filiales de Feval "no cuadraba el dinero de la caja con el dinero físico" que existía, y ante esta situación "lo que se hacía era eliminar asientos de la contabilidad para que el saldo total disminuyera, y la cuenta de caja se acercara más al saldo real que había".
De esta forma, ha explicado Israel Garrido, al finalizar el ejercicio "se eliminaban apuntes contables" de ingresos que había registrado Feval, como por ejemplo de bodas o comuniones, para que los ingresos disminuyeran, pero a la vez y "para que la cuenta de hostelería no se viera tan penada", se anotaba un gasto que realmente no se había producido, como una comida para los comités organizadores de ferias.
"Eso fue lo que nos indicó el señor Cerrato", ha aseverado el entonces auditor interno de Feval, quien ha señalado que esta forma de actuar suponía "una operativa que se hacía habitualmente todos los años".
"AMENAZAS" DE VIÑUELA
Israel Garrido ha explicado que él fue despedido "al día siguiente" de negarse a firmar el documento de arqueo de la caja de Feval, a lo que se negó debido a que "había muchas irregularidades", y a pesar de que recibió "un poco de presión" de Cerrato, para que firmarse ese documento.
Al negarse, varios trabajadores firmaron un documento para exponer los motivos por los que no querían firmar el arqueo de caja, tras lo que fueron despedidos, y solicitaron una reunión con el director general de Feval, José Luis Viñuela, para preguntarle los motivos de su despido.
En esa reunión "Viñuela nos dijo que nos dedicásemos a estar calladitos, que éramos muy jóvenes y teníamos muchos años por delante, y que a él le quedaba un año para jubilarse", ha asegurado Israel Garrido, quien ha considerado que fue "una amenaza" del entonces director general.
A preguntas sobre si Viñuela conocía el modo de actuar en administración, Garrido ha considerado que "no sabría los pormenores de ciertos apuntes contables", pero "sí sabría las generalidades y las globalidades" del asunto.
Por otra parte, y sobre la existencia de un documento de Excel sobre la caja de Feval, Israel Garrido ha aseverado que éste existía "de siempre", y en él se apuntaban las entradas y salidas del dinero que llegaba a la administración, únicamente en efectivo.
Un excel que "era conocido por el señor Cerrato", ha señalado el auditor interno de Feval, ya que "era una de las más habituales del departamento", a la que se tenía acceso desde todos los ordenadores, tras lo que ha añadido que Juan Francisco Cerrato tenía una caja fuerte en su despacho, en la que los trabajadores no sabían cuánto dinero había.
Respecto a la adjudicación de tres contratos diferentes a la misma empresa para la construcción de la fase 1 del centro TIC de Feval, Garrido ha considerado que este expediente no era real, y que no invitaron a otras empresas a participar en este concurso. De hecho, a la empresa adjudicataria de los tres contratos "se les vió por la institución antes de que estuviera adjudicado".
JAVIER GIJÓN
Tras la declaración de Israel Garrido, ha sido el turno de Javier Gijón, también trabajador del Departamento de Administración de Feval, y que también fue despedido por negarse a firmar el documento sobre el arqueo de la caja de la institución, algo que les "dijo Juan Cerrato que teníamos que firmar obligatoriamente".
En su declaración, Javier Gijón ha explicado que sí percibió descuadre en la contabilidad de Feval, "entre lo que entra y lo que sale", y ha aseverado que "todos los años" había eliminaciones de asientos contables, de ingresos que se habían producido a lo largo del año, aunque no ha podido precisar a cuánto podría ascender el total de los ingresos eliminados.
Gijón ha explicado que era Juan Francisco Cerrato, como jefe del departamento de administración, "el que veía cuál es el descuadre y cuál es el asiento que hay que quitar", y también les pedía que crearan, por ejemplo, la factura de una comida de un comité organizador, para incorporarlo a los gastos. "Yo sacaba el ticket de la comida, por tantos menús", ha señalado Javier Gijón.
A preguntas sobre la existencia de un documento excel que recogía los ingresos y gastos, Gijón ha confirmado su existencia, y ha señalado que éste "reflejaba los movimientos de la caja líquida que hay en Feval, en efectivo", y ha señalado que "Juan (Cerrato) se quedaba con el grueso de los cobros en efectivo", ya que tenía una caja fuerte en su despacho.
Sobre el hecho de que trabajadores de mantenimiento de Feval realizaran trabajos en la finca de Viñuela y Villa, Javier Gijón ha asegurado que él no lo vió porque nunca ha estado allí, pero "según comentaban los propios trabajadores, sí", ya que "incluso había uno que le apodaban el del pantano".
Por otra parte, y a preguntas sobre la realización de tres contratos para la Fase 1 de centro TIC de Feval, Javier Gijón ha considerado que "la cuestión de no sacar las cosas a concurso no creo que sea por un ahorro económico", sino que "era más bien por decidir libremente o por contratar con Pepito o con Juanito".
Finalmente, otra de las trabajadoras de administración de Feval, María del Mar Quirós, ha confirmado que en el departamento se hacían "de vez en cuando regularizaciones, y se quitaban apuntes de contabilidad", por lo que suponían que "había un desfase, que algo no se estaba haciendo bien".
Quirós ha explicado que al cierre del ejercicio "se regularizaban las cuentas", por lo que ha considerado que "ahí se hacían las modificaciones".
