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Jubileo 2025: ¿en qué consiste esta festividad?

Es una fantástica oportunidad para que todos los fieles católicos puedan recibir plena indulgencia.

El Jubileo es uno de los eventos más extraordinarios e importantes en la Iglesia Católica, el cual tiene lugar cada veinticinco años. Una de las razones por las que esta fecha es tan importante es porque se trata de una oportunidad para dedicar a la conversión, reconciliación y, en general, a la renovación espiritual. Es una fantástica oportunidad para que todos los fieles católicos puedan recibir plena indulgencia, aunque cabe destacar que es una festividad que no solo está enfocada hacia los católicos como tal, ya que también es ampliamente reconocida por muchas otras comunidades y religiones.

 

Tal como comentamos anteriormente, esta festividad es una de las más importantes pero, ¿sabes realmente en qué consiste y cuál es su origen? Hoy en día contamos con infinidad de artículos del Jubileo 2025 que podemos comprar, ya sea para nosotros mismos o para alguien que signifique mucho esta fiesta en especial y es una oportunidad magnífica de conectar con nuestra espiritualidad y con esa energía de reconciliación. Sin duda alguna, es una forma de mantener presente siempre ese momento a través de un pequeño recuerdo.

¿Cuál es el origen del Jubileo?

Ya sabemos que el jubileo es un acontecimiento sumamente importante para la Iglesia Católica, el cual se desarrolla cada 25 años. Se trata de un evento completamente solemne y extraordinario que, en este caso, se celebra en el 2025 y hace énfasis en la reconciliación y renovación espiritual.

 

El jubileo de 2025 se celebra entre el 24 de diciembre del 94 y hasta el 6 de enero de 2016, por lo que todo este año es de Jubileo. Millones de personas, especialmente católicas, aprovechan esta oportunidad para hacer actividades especiales enfocadas hacia la misericordia. No en vano, se trata de una época en la que muchos fieles optan por hacer acciones desde la generosidad y el amor, especialmente aquellas que buscan ayudar a quienes se encuentran en situaciones de más vulnerabilidad.

 

En lo que respecta al origen, esta festividad es representada, incluso, en el Antiguo Testamento. En la Biblia se especifica que cada cincuenta años se debía proclamar un tiempo especial para la reconciliación y la libertad y, en ese momento, se perdonaban todas las deudas, se devolvían las tierras a los propietarios e incluso era el momento ideal para liberar a los esclavos. Es por ello que se trata de una festividad con un gran significado que, incluso, muchas personas que no son católicas también adoptan para sí mismos.

 

De manera oficial la festividad del Jubileo fue instituida por el Papa Bonifacio VIII en el año 1300 como un momento ideal para el perdón y, desde esa fecha, es un evento que se celebra de manera regular cada 25 años, aunque cabe destacar que a lo largo de los siglos ha habido algunas excepciones en los que se han proclamado algunos jubileos extraordinarios.

Jubileo: una oportunidad para la indulgencia

Uno de los aspectos más bonitos del Jubileo es su significado espiritual que, en este caso, está asociado a la indulgencia plenaria y significa una revisión absoluta de los pecados, siempre y cuando, los fieles cumplan con determinadas condiciones.

 

¿Cuáles son estas condiciones? Para poder ser redimidos por completo de nuestros pecados se debe, en primer lugar, ejercer la confesión sacramental, luego participar en la Eucaristía y en la oración de intenciones del Papa y, finalmente, realizar o bien un peregrinaje o cualquier obra de ayuda o misericordia.

 

Lo anterior es sumamente relevante  para que nuestros pecados sean completamente redimidos. Se trata de una época que, sin duda alguna, sirve para la reflexión de nuestros actos, ya que el objetivo no solamente es redimirlos en el momento, sino evitar volver a cometer dichos pecados. Es también una oportunidad ideal para renovar nuestra fe y profundizar en el sentido de la oración, además de prestar ayuda a las personas más necesitadas o que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. 

 

En esta celebración se realizan muchas actividades simbólicas que tienen un gran peso para la comunidad católica, siendo una de las más importantes la que se considera la apertura de la puerta. Esta puerta se encuentra en cada una de las basílicas papales de Roma que son, específicamente, cuatro.

 

La primera es la Basílica de San Pedro, una de las más famosas, luego está la Basílica de San Juan de Letrán, la Basílica de Santa María la Mayor y, finalmente, la Basílica de San Pablo Extramuros. 

 

La puerta queda sellada al finalizar cada jubileo y solamente se vuelve a abrir a los veinticinco años en la siguiente generación. Cruzar esta puerta es, por tanto, un símbolo muy poderoso de conversión, de arrepentimiento y también de encauzar hacia el camino de la salvación. La Puerta Santa se abre en la Basílica de San Pedro y luego, en los días posteriores, se abre en las otras basílicas que nombramos anteriormente.

 

Adicionalmente, se realizan otras actividades que son sumamente significativas e importantes para el jubileo, como es el caso de los peregrinajes. En este caso, millones de personas viajan a Roma, en un principio, para visitar estas basílicas y cruzar la puerta y, adicionalmente, para poner en práctica el peregrinaje como una de las condiciones claves para ese perdón absoluto y camino hacia la redención.

 

Por otro lado, también son comunes las conocidas misas solemnes durante el año, así como algunas audiencias especiales con el Papa, las cuales se realizan en la famosa Plaza de San Pedro. Hay varios días que se dedican a grupos de personas específicas como familias, enfermos o jóvenes y también se realizan vigilias de oración y procesiones verdaderamente hermosas que suelen generar un impacto, incluso en aquellas personas que no comparten esta fe.

 

También hay una planificación semanal de eventos en los que se ofrecen a los peregrinos la oportunidad de participar de una manera más activa en el jubileo. Por otro lado, es importante destacar que se requiere de una gran preparación espiritual para poder participar de manera integral en esta celebración.

 

De igual forma, es recomendable planificar el viaje Roma con suficiente antelación, puesto que es una de las temporadas en las que viajan más personas y esto, como es de esperarse, encarece el precio de los vuelos y también el de los alojamientos y entradas a diferentes eventos.


Sin lugar a dudas, el año Santo es una oportunidad magnífica para conocer Roma y más específicamente el Vaticano y no solo dejarse llevar por esa parte turística, sino experimentar desde lo más profundo de nuestro ser todo lo que implica el Jubileo a nivel de espíritu, perdón y redención.