Reportajes

3 enfoques de la estructura de las pymes

La organización empresarial no depende del tamaño de la compañía, sino de la finalidad y utilidad que se le quiera dar a esta.

Las pymes suelen contar con una estructura organizacional simple, la cual les permite jugar con su organigrama y establecer puntos específicos en cada elemento. Esto hace que lleguen a brindar mucha más información que en el caso de empresas grandes.

Sin embargo, esto no quiere decir que su estructura no se encuentre organizada especialmente y que tenga enfoques diferentes, por lo que, a continuación, se hablará un poco de todo lo relacionado con estos puntos tan importantes al momento de diseñar un organigrama efectivo.

Enfoque funcional

Entre los tipos de organigrama de empresa por contenido se encuentra el organigrama funcional, utilizado para colocar la información en grupos que persiguen los mismos objetivos.

De esta manera, cada uno de los empleados de la empresa, tengan más o menos jerarquía, sabrán el área a la que pertenecen, a quién tienen al mando y otros aspectos operativos como su finalidad.

Un buen ejemplo de esto sería en el caso de publicidad. Si bien se puede tener un grupo pequeño de empleados en esta área, siempre existirá un guía o jefe, el cual se encargará de asegurarse de que su equipo cumpla con el o los objetivos establecidos en el margen de tiempo correcto.

Este es un enfoque organizativo bastante simple y favorece a las pymes, ayudándolas a controlar todos los puntos del negocio sin demasiados problemas.

Divisionales

Otro enfoque que funciona muy bien a las pymes según su método de trabajo es descentralizar la estructura y permitir que los empleados sean divididos según el producto en el que trabajan, en lugar de la función que cumplen dentro de la empresa.

Este enfoque facilita saber cuántas personas se mantienen activas en los distintos productos o servicios que se ofrecen en las pymes y garantiza siempre saber con quien se debe hablar en el caso de necesitar información directa de este asunto en específico.

De igual manera, se puede decir que estas divisiones funcionan muy bien en caso de tener más de una sucursal, dividiendo a los empleados por localización geográfica y determinando las zonas en las que se deben encontrar cada uno.

Asimismo, ayuda a que se pueda saber cuándo hace falta personal en ciertas áreas, asegurando que siempre se tengan los trabajadores adecuados para cumplir los objetivos establecidos por la organización.

Enfoque matricial

Si bien este enfoque suele ser un poco confuso para trabajarlo a pequeña escala, se posiciona como uno de los enfoques principales utilizados por las pymes. En este caso, se habla de una combinación entre la estructura funcional y la divisional.

Su prioridad es la de crear equipos, más que departamentos, lo cual elimina la figura de jefes departamentales y crea la figura de líder de equipo. Es así como los trabajadores se encuentran agrupados por los proyectos, productos o servicios en los que trabajan, sin tomar en cuenta si cumplen diferentes roles en toda la empresa.

Es así como se pueden conseguir empleados de distintas áreas de la empresa trabajando en los mismos proyectos y centrados solo en esta parte del negocio.

Por lo general, este enfoque se utiliza cuando se tienen sucursales en distintas zonas geográficas o cuando se trabaja en productos o servicios pequeños que necesitan de la atención multidisciplinaria.

Así se podrá cumplir con los objetivos de la mejor manera posible y sin generar problemas al momento de requerir información de algo específico dentro de la organización.

 

La estrategia que se elija para la estructura de una pyme dependerá directamente de la finalidad y los objetivos que se tengan, así como lo que se quiere dar a conocer. Por ello, lo mejor es tomar en cuenta los distintos factores que se necesitan para obtener un organigrama adecuado.