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La reparación de la luna del coche: ¿Cuándo y por qué hacerla?

Es muy común tener una pequeña rotura en la luna de nuestro coche. Una pequeña piedra que salta en el parabrisas cuando vamos por la autopista, un cambio de temperatura… Las causas pueden ser múltiples, no obstante, debemos prestarle atención a cualquier alteración en el parabrisas, en los cristales laterales o en los traseros y evaluar si es necesaria la reparación de la luna o su substitución.

¿En qué casos no se puede reparar la luna de nuestro coche?

Lo mejor para nuestro bolsillo y, sobre todo, para el medio ambiente, siempre es optar por la reparación y no por la sustitución. Las empresas que se dedican a la reparación de vehículos han adquirido más conciencia ecológica e intentan, siempre que sea viable, reparar el parabrisas antes que sustituirlo por uno nuevo. Además, la reparación en lugar de la sustitución también nos supone un ahorro de tiempo.

No obstante, no siempre es posible. Existen tres indicadores clave a los que debemos atender para decidir entre la reparación de la luna o la sustitución por una nueva: el tamaño de la rotura, la posición de la rotura y el ángulo de visión del conductor.

El tamaño de la rotura

Para que una rotura del parabrisas pueda ser reparable el diámetro máximo de esta no debe ser superior a una moneda de dos euros.

La posición de la rotura

Además, si queremos optar por la reparación en lugar de la sustitución completa de la luna la rotura debe estar alejada del borde del parabrisas, como mínimo, 2,5 cm.

El ángulo de visión del conductor

Así mismo, la rotura no puede encontrarse en el ángulo de visión del conductor. Si fuese así, tendrías que sustituir toda la luna.

Así mismo, ten en cuenta que el tiempo también es un factor que hay que tener en cuenta. Actúa lo antes posible y acude a un centro especializado lo antes posible ya que es posible que una pequeña fractura se convierta en una grieta de mayor tamaño, lo que no haría posible la reparación de la luna y te obligaría a cambiar el parabrisas por completo.

Con respecto a los cristales laterales y a la luna trasera, la posibilidad de reparación no existe. Cuando sufren alguna rotura o desperfecto lo más recomendable es cambiarlos por completo.

¿Por qué es importante cambiar la luna de nuestro vehículo si está dañada?

Lo más recomendable siempre es la reparación. Será mejor para tu bolsillo, para el medio ambiente y no tendrás que prescindir de tu coche tanto tiempo. No obstante, si no es posible la reparación no te agobies, si dejas la sustitución de la luna en manos de profesionales no implicará un gran gasto ni mucho tiempo.

No utilices tu vehículo con la luna rota y evites la reparación o sustitución del parabrisas ya que podrías poner en peligro tu propia integridad y la de los ocupantes. La luna delantera debe estar siempre en perfecto estado para protegernos y asegurar que tengamos total visibilidad. No te confíes con las pequeñas fisuras y acude a un profesional para solventar cualquier duda.