Mérida

Héroes que velan por Mérida: equipos de recogida de residuos y limpieza viaria

Cuentan en su haber con multitud de anécdotas: desde salvar la vida de un chico, hasta encontrar el anillo de unos novios a las puertas de la iglesia.

Salvar la vida de un chico, devolver a su dueña un móvil de alta gama, encontrar las alianzas de unos novios que se iban a casar a las puertas de la iglesia… Son solo algunas de las anécdotas que guardan para sí los trabajadores de los equipos de los Servicios de Recogida de Residuos y Limpieza Viaria de Mérida, gestionados por FCC Medio Ambiente, cuya labor puede pasar desapercibida en el día a día para muchos, pero sin ellos la imagen de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad, no sería la misma.

Y es que cuando la capital extremeña aún duerme, ellos ya están trabajando para el bienestar de toda una población. En concreto, uno de estos profesionales es David Simón, capataz del servicio y durante más de quince años peón de limpieza. Conoce Mérida “palmo a palmo” y atesora en su recuerdo un sinfín de historias que reflejan el cariño entre los vecinos y quienes mantienen la ciudad en perfecto estado.

Echando la vista atrás, David recuerda su primer día como si fuera ayer. “Hacía muchísimo frío y había montones de hojas. Estaba barriendo por Nueva Ciudad cuando una vecina bajó con una tortilla de espinacas para mí. Me dijo que después de la paliza, seguro que tendría hambre”, rememora.

No obstante, según sus palabras, no fue un hecho aislado, puesto que a menudo, los operarios reciben refrescos, sopa caliente, churros o palabras de ánimo. “El cariño de la gente es lo más gratificante. Te hace sentir parte de su vida”, apostilla.

CUANDO LIMPIAR SIGNIFICA SALVAR Y AYUDAR

Además, tal y como subraya, más de una vez, su trabajo ha ido más allá de la mera limpieza. “Un compañero vio a un chico caer desde un balcón y avisamos rápidamente a los servicios de emergencia. Gracias a eso, le salvaron la vida. Hoy seguimos viéndolo por la calle, y eso nos llena de orgullo”, argumenta.

En esta larga lista de anécdotas también abundan los gestos que arrancan sonrisas. Y es que en plena Feria de Septiembre, David encontró un móvil de alta gama. “Vi a un grupo de chicas buscándolo desesperadas y les dije: ‘Podéis dejar de buscar, lo tengo yo’. Se pusieron locas de alegría”, asevera.

Igualmente, entre las historias más curiosas también sobresale la del anillo del novio. “Un compañero estaba limpiando una iglesia y halló una cajita. Dentro estaba el anillo del novio que se casaba en ese momento. Gracias a él, la boda pudo continuar”, especifica.

En definitiva, historias como éstas son las que muestran cómo los servicios municipales también forman parte viva de la ciudad, no son tareas aisladas de la ciudadanía, sino que, junto a ella, viven Mérida día a día.

VOCACIÓN Y COMPROMISO

Cabe destacar que los Servicios de Recogida de Residuos y Limpieza Viaria de Mérida se organizan “al milímetro”, pero el clima o los imprevistos pueden cambiarlo todo.

Prueba de ello es que “con las borrascas o los temporales hay que recoger ramas, limpiar a mano y reorganizar el trabajo. No hay dos días iguales”, explica David.

Por tanto, para él, trabajar en Mérida es un orgullo y una responsabilidad. “Es más que limpiar; es cuidar una ciudad Patrimonio de la Humanidad y estar cerca de la gente. Somos parte de su historia”, defiende.

Y es que, a su entender, “detrás de cada calle limpia, hay personas que madrugan, escuchan, ayudan y hacen que Mérida luzca siempre como se merece: una ciudad viva, bella y cuidada”, concluye.