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“No tenemos que ser 100% suficientes, pero sí poder generar nuestra propia tecnología”

La Red de Incubadoras de Extremadura está formada por seis incubadoras para desarrollar unas infraestructuras tecnológicas a disposición de empresas.

Seguramente si hablamos de incubadoras lo primero que se te pasa por la cabeza es un receptáculo especialmente diseñado para asegurar el desarrollo de los niños recién nacidos o un recinto que sirve para la incubación artificial de huevos, según definiciones de la RAE. Pero si vamos más allá y hablamos de incubadoras de empresas, ¿qué se te puede ocurrir? Pues efectivamente, un lugar o recinto en el que se favorece el desarrollo de algo novedoso e innovador. 

Si nos centramos en las incubadoras de empresas, tenemos que hablar de la Red de Incubadoras de Extremadura y para ello no hay persona más curtida en el tema que Jesús Alonso, secretario general de Ciencia, Tecnología, Innovación y Universidad en Extremadura. 

Acerca de la Red de Incubadoras de Extremadura 

Esta iniciativa que parte de la Junta de Extremadura tiene como principal objetivo “desarrollar unas infraestructuras tecnológicas que estén a disposición de empresas con base tecnológica o empresas altamente innovadoras”, expone Alonso. Este espacio se destina íntegramente a proyectos de investigación industrial y desarrollo experimental para la obtención justamente de productos y procesos innovadores. 

Además, el secretario general explica que esta Red de Incubadoras de Extremadura se está desarrollando desde un punto de vista sostenible y sustentable en lo temporal y distribuidas en el territorio para acercar la tecnología al conjunto de la región. En las incubadoras prestamos servicios tecnológicos, de transferencia de conocimiento o formación tecnológica, pero también servicios no tecnológicos como la mentorización o la formación empresarial. Esta red de incubadoras ayuda a que las empresas tecnológicas extremeñas que acabar de ‘nacer’ puedan realizar sus proyectos, crecer e internacionalizarse e internacionalizar sus productos.

Todo ello sumado a que las empresas incubadas puedan recibir financiación para la ejecución de sus proyectos de I+D que puedan destinar en la contratación de tecnólogos o investigadores, adquisición de equipamiento científico tecnológico u otros insumos para su ejecución. 

Nuestro objetivo es incrementar el número de Empresas de Base Tecnológica existente en la región incrementando nuestro ecosistema de empresas innovadoras con base en la Ciencia y la tecnología. Un sistema mayor, más potente y más tecnológico e innovador. No tenemos que ser cien por cien autosuficiente tecnológicamente, pero sí tener las capacidades de poder generar nuestra propia tecnología”. 

Un total de seis incubadoras  

Hasta aquí la teoría está clara, así que vamos allá con la práctica. La Red de Incubadoras de Extremadura está formada por seis incubadoras, aunque actualmente son dos las que están ya puestas en marcha.  

“Por un lado, tenemos la incubadora de la Ciudad de la Salud que está en Cáceres situada al lado del Centro de Cirugía de Mínima Invasión y desarrollada por Extremadura Avante, con un sistema de gestión público- privado, y es competente para el desarrollo de proyectos en el ámbito de la salud”, desarrolla Jesús Alonso.  

En el interior de esta primera incubadora se pueden observar seis laboratorios independientes, más otros dos laboratorios generales, además de estar localizada en un entorno fantástico porque junto con el Centro de Cirugía de Mínima Invasión también está el hospital de Cáceres.  

La segunda incubadora que está puesta en marcha es la Incubadora de Alta Técnología de Mérida dedicada a la bioeconomía, principalmente biotecnología, y economía circular.

"Lo que se pretende en esta incubadora es obtener productos de alto valor añadido a partir del mal denominado ‘subproductos’. En la economía circular, ya no existen los subproductos, sino que existen nuevas materias primas que son procedente de otros procesos industriales tanto principalmente del sector agroalimentario, pero también de los sectores forestales para obtener estos productos de alto valor añadido que nos puedan servir para la obtención de productos farmacéuticos, cosméticos o agroalimentarios, entre otros.”

 

Actualmente, en esta última incubadora en Mérida se están desarrollando 15 proyectos y hay una segunda convocatoria donde se van a ‘incubar’ otros 18 proyectos.  

Además de estas dos incubadoras que ya están en funcionamiento, esta red tiene proyectadas otras dos incubadoras en una fase temprana de ejecución :

Una primera en Almendralejo en CENATIC, un edificio propiedad de Red.es donde a través de un convenio, se desarrollara la incubadora por las tres entidades Fundecyt-Pctex, Junta de Extremadura y Red.es. Además contará con un presupuesto de 2M€ para la adquisición del equipamiento científico y tecnológico. “Esta incubadora va a estar dedicada al desarrollo de empresas en realidad virtual y realidad aumentada y se pondrá en marcha a lo largo del 2023”, explica el secretario general.

La cuarta incubadora que también verá la luz para finales de 2023 estará dedicada a la agroindustria 4.0. “Esta incubadora se desarrollará en Feval, aunque también tendrá una unidad en CTAEX. Queremos conseguir fundamentalmente que tanto la agroindustria como la agricultura y ganadería se beneficien de lo que es la cuarta revolución industrial, utilizando tecnologías como el big data, la IOT o la inteligencia artificial”.

Con todo ello, el secretario general afirma que se podrá realizar una agricultura que sea mucho más sostenible con grandes beneficios económicos y ambientales como es el ahorro de agua, el ahorro de insumos energéticos u algo otros insumos como pueden ser fertilizantes o herbicidas.

Hay otras dos incubadoras que también están proyectadas pero que se realizarán más adelante: una se va en Cáceres y está dedicada al tema del almacenamiento energético.  

“Esta incubadora está muy centrada con las líneas de investigación que vamos a desarrollar en el Centro Ibérico de Investigación de Almacenamiento Energético. Es decir, todo lo que se trata de almacenamiento eléctrico, el hidrógeno y el Power to ex, y también lo que es el almacenamiento térmico son las tres líneas de investigación", desarrolla Alonso.  

Por último y no menos importante, nos encontramos la incubadora de desarrollo sostenible que se quiere realizar en el centro de Agricultura Ecológica y de Montaña de Plasencia.  

“Es una incubadora tremendamente también innovadora en si misma dado que la queremos dedicar a los ámbitos de las empresas con actividad en los ámbitos de biodiversidad, turismo sostenible, ecoturismo y el turismo rural pero también en determinados ámbitos como es la agricultura ecológica", explica.

Pacto por la ciencia y la tecnología en Extremadura 

Toda esta Red de Incubadoras está dentro del Pacto por la Ciencia y la Tecnología en Extremadura. “Es importante que podamos contar que ese pacto ha sido la base donde hemos desarrollado toda nuestra estrategia de especialización inteligente, pero, además, también es la base que actualmente tenemos para el séptimo plan regional de I+D+I que se aprobó el diciembre pasado”.  

Este pacto tiene dos grandes proyecciones, básicamente en el ámbito de las infraestructuras: la ampliación del parque científico y tecnológico de Extremadura y precisamente el desarrollo de la red de incubadoras tecnológicas.

Todo ello va sumado y ligado a la Estrategia de Investigación e Innovación para la Especialización Inteligente (RIS3) de Extremadura 2021-2027 que tras todas las crisis actuales (Guerra de Ucrania o pandemia) se ha demostrado que Europa, y en este caso particular en la región extremeña existe un déficit de generación y de soberanía tecnología. Desde la Junta de Extremadura, y con todas estas innovaciones, quieren tener las capacidades de poder generar su propia tecnología y contribuir al desarrollo europeo.