Economía

APAG Extremadura ASAJA: los bajos precios del aceite siguen sin repercutir en consumidores

Las primeras estimaciones por técnicos de esta organización señalan una reducción del 20% de la producción de esta campaña con respecto a la del año pasado

APAG Extremadura ASAJA ha denunciado este miércoles que la bajada del precio del aceite de oliva “no se traslade al consumidor”, provocando una vez más “un perjuicio” para el bolsillo de los ciudadanos.

Durante una rueda de prensa celebrada en Mérida, el presidente de esta organización agraria, Juan Metidieri, ha lamentado que los industriales no repercutan esta bajada de los precios en origen al consumo, “cuando ha caído un euro el kilogramo de aceite desde marzo hasta la actualidad”.

A su vez, el dirigente agrario ha informado sobre las primeras previsiones de APAG Extremadura ASAJA acerca de la campaña de aceite de oliva y aderezo de este año.

En concreto, según los técnicos de esta organización, se prevé para 2018 una pérdida de producción de aceituna de almazara para aceite de un 20% sobre una campaña normal, por lo que se espera que la producción de este año sea de unas 50.000 toneladas con respecto a las 65.000 toneladas de aceite de media que se obtienen en una campaña normal.

Igualmente, en referencia a Tierra de Barros, comarca oleícola “por excelencia” de Extremadura, se prevé una bajada de más del 50% o incluso de un 60%, como consecuencia de la vecería, tal y como informa la organización agraria en una nota de prensa.

A esto influirá la “tardía” floración por el “retraso” de las lluvias en primavera, así como el “fuerte estrés hídrico” de los olivos debido a las altas temperaturas registradas en septiembre y octubre.

Al mismo tiempo, y con respecto a la campaña de verdeo, que ya ha comenzado, se estima que las “mermas” en la producción sea de más del 50%, llegando a alcanzar las 50.000 toneladas con respecto a las 110.000 toneladas recolectadas en un año normal de aceituna de aderezo.

Por tanto, ante esta circunstancia, esta organización agraria espera que la bajada de producciones repercuta en el bolsillo del agricultor y que el consumidor también se beneficie de precios “más asequibles”, ha sentenciado.