Cáceres y Provincia

El ropero solidario de San Vicente de Paúl de Cáceres atendió a 935 personas sin recursos económicos durante 2016

La organización advierte de que no se atiende a personas individuales que no hayan acudido previamente a las citadas conferencias, parroquias, comedores sociales, asociaciones y colectivos con fines sociales.

La sociedad de San Vicente de Paúl de Cáceres atendió el pasado año a un total de 935 personas sin recursos económicos para cubrir sus necesidades básicas de vestido, a través de su ropero solidario, además de colaborar con más de 10 instituciones que trabajan con este colectivo.

En este ropero, que está situado en el número 9 de la calle Nidos dentro del Centro Ozanam, la sociedad selecciona y recicla la ropa usada para ser donada a personas con escasos recursos económicos o en situación de marginalidad.

En concreto, son personas que están siendo atendidas o acuden de forma regular a las asociaciones que colaboran la sociedad San Vicente de Paúl, según informa la Diócesis Coria-Cáceres en una nota de prensa.

Por ello, la organización advierte de que no se atiende a personas individuales que no hayan acudido previamente a las citadas conferencias, parroquias, comedores sociales, asociaciones y colectivos con fines sociales.

Además, tras un periodo en el que se han realizado obras de mantenimiento y adecuación del local donde está situado este ropero solidario, volverá a abrir sus puertas el próximo 24 de enero, y estará operativo todos los martes, con un horario de 18:00 a 20:00 horas, y todos los miércoles, con un horario de 11:00 a 13:00 horas.

HISTORIA

Cabe recordar que la Sociedad de San Vicente de Paúl en Cáceres cuenta con 154 años al servicio a las personas más necesitadas. Está formada por casi un centenar de socios y otros tantos voluntarios, que se organizan en seis grupos, denominados Conferencias, que atienden a más de 1.300 personas afincadas en Cáceres en situación vulnerable y riesgo de exclusión social.

Para ello, se realizan visitas y acompañamiento a personas mayores, visitas a enfermos y gente necesitada, reparto de alimentos a familias sin recursos y servicio de ropero, entre otras actividades. Su fuente de financiación corre a cargo de la cuota de socios, donativos particulares y colectas de las parroquias.