Españoles y tlaxcaltecas corrían por sus vidas, los aztecas les pisaban los talones y Tlaxcala quedaba lejos, por lo que debían darse prisa si querían estar protegidos.
Una gran comitiva se aproximó por el puente del sur en formación muy ordenada al son de los tambores; las plumas y joyas exponían un rico vergel...
El canto de tucanes y quetzales componían la melodía que acompañaba a españoles e indígenas mientras cruzaban la arboleda.
Avistó Cortés la desembocadura del río Tabasco y allí dispuso que sus hombres desembarcaran. Tenía noticias de la zona por los relatos de Grijalba...