20 febrero 2017
Llegar tarde al remedio es sinónimo de lamento, pero si la lección está aprendida quedaremos contentos. Ni uno solo de los lectores de estas líneas ha sido ajeno al quebranto que supone el ataque de un virus a su equipo informático, ni uno. La mayoría infravaloró la amenaza para más tarde pagar las consecuencias de su descuido. Son situaciones que parecen ajenas hasta que nos afectan de lleno con las nefastas consecuencias de pérdida de archivos, y de dinero.
Como todos conocemos, la informática se basa en el uso de programas o aplicaciones que permiten realizar determinadas funciones con los equipos. En general esos programas tienen una utilidad y su uso reporta un beneficio para el usuario, quien decide utilizarlos de forma más o menos libre y voluntaria. No obstante, existen algunos programas cuyo fin es justamente el opuesto, provocar daños o perjuicios al equipo o a sus usuarios ¿Por qué y para qué? Para obtener suculentos beneficios, por simple intención de llamar la atención o por demostrar que son los mejores en su mundo, cualquier motivo les vale. El caso es que estos programas suelen ser instalados sin consentimiento ni conocimiento del usuario en cuestión. Son llamados virus. Su nombre se debe a que los programas en cuestión son capaces de autorreplicarse, es decir, de multiplicarse de forma viral e infectara un número infinito de equipos, al entrar camuflados en otro archivo mayor, usando el mismo sistema que un virus real.
El daño ocasionado por estos programas tóxicos puede ser muy variado, desde simplemente una pequeña molestia a causar la pérdida de gran cantidad de datos, bloquear el ordenador, robar información confidencial o incluso provocar daños irreparables a los sistemas. Se ha dado el caso de virus que han conseguido colapsar redes enteras llevando a la pérdida de todos los contenidos en ellas.
Dada la importancia que tienen hoy día tanto los equipos informáticos como la información que contienen, existen empresas dedicadas al desarrollo de software de seguridad, antivirus capaces de detectar los virus existentes, prevenir que infecten el equipo y eliminarlos si ya lo han hecho. Para una sociedad que vive conectada, el antivirus es una aplicación prácticamente imprescindible, puesto que al navegar por Internet estamos expuestos a ser infectados tanto al navegar como al descargar o ejecutar archivos de la red.
Pese a todo, hay opiniones contrarias al uso del antivirus basadas en la teoría de que un uso precavido de los equipos evitará el malware que lo contamine. Ciertamente lo más importante para no infectar el ordenador es tener sentido común y seguir ciertas pautas con las que mantenerlo a salvo. Con todo, esto no significa un 100% de protección para siempre por lo que, en la mayoría de los casos, resulta necesario tener instalado un antivirus.
Los usuarios de Windows han de ser especialmente precavidos, no porque este sistema operativo no sea seguro, sino porque es el más popular desde hace muchos años. Linux y OS X tienen mucho menos usuarios en el mundo y es por esto que los desarrolladores de software malicioso suelen crear malware que ataca el sistema operativo de Microsoft, básicamente porque hay más probabilidades de tener éxito. La verdad es que pese a todas las precauciones nunca se estará totalmente a salvo del virus. Instalando un antivirus –si es que no se tiene instalado por defecto-, con sentido común y con unos sencillos hábitos de seguridad se puede evitar que un software malicioso nos juegue una mala pasada. En la Red existen tutoriales y recomendaciones que pueden resultarnos muy útiles para mantener nuestro equipo a salvo. Lo mejor es seguir la ruta marcada por el blog de ayuda de un experto que, con un lenguaje sencillo y divulgativo, nos muestre el camino más corto para una navegación segura.
Otra posibilidad para respirar tranquilo on line es la Oficina de Seguridad del Internauta OSI. El sitio proporciona la información y el soporte necesarios para evitar y resolver los problemas de seguridad propios de navegar por Internet. La oficina del internauta tiene como objetivo reforzar la confianza en el ámbito digital a tra´ves de la información en materia de ciberseguridad. Entre sus cometidos están el de ayudar a los usuarios a un cambio positivo de comportamiento respecto a la adopción de buenos hábitos de seguridad, que sean conscientes de su propia responsabilidad en relación a la ciberseguridad y minimizar el número y la gravedad de las incidencias de seguridad sufridas por el usuario. Con tal fin, el portal ofrece información general sobre la seguridad en Internet y herramientas que ayudan a navegar más seguro. Además, dispone de un canal de avisos donde estar al tanto de las últimas alertas de seguridad.
Un poco de estrategia anticipada ahorra dolores de cabeza en muchos órdenes de la vida. Con los ordenadores, también. La mejor defensa ante la sobreexposición a la que están sometidos nuestros equipos informáticos es conocimiento y un antivirus, un buen antivirus.
