15 octubre 2020
La Tierra cada vez sufre más los efectos de una sociedad inconsciente que acaba con sus recursos naturales, atenta contra el equilibrio del ambiente, y que encima, la llena de basura y demás desechos que aceleran su destrucción. Es una lamentable situación que se ha venido acentuando en las últimas décadas y que está llegando a niveles insostenibles.
Afortunadamente, esa misma sociedad indolente se ha dado cuenta del daño causado y en los últimos años ha empezado a tomar serias medidas para revertirlo. Muchas son de gran ayuda para la preservación del medio ambiente y, aunque lento pero con firmeza, comienzan a dar un favorable cambio al planeta.
Una de esas acciones es la utilización de contenedores de basura, que ayudan a la correcta recolección, manejo, reciclaje y traslado de todo lo que sean desechos o residuos propios de la actividad humana.
Con estos recipientes, que generalmente se fabrican en plástico y de muchas formas y tamaños, el manejo de la basura es más ordenado y seguro, por cuanto ayudan a recolectar los desperdicios en un sitio específico, evitando su dispersión y disminuyen la proliferación de sitios insalubres que puedan afectar en la salud colectiva.
Además, son ideales para clasificar la basura y facilitar su recolección con fines de reciclaje, otra actividad muy relacionada con la conservación del medio ambiente, y que gracias a los contenedores de colores, se puede desarrollar de manera muy exitosa.
Cómo conseguirlos
Encontrar un contenedor de basura hoy es algo muy fácil y normal, se pueden conseguir en muchos establecimientos especializados o, como hacen muchos, a través de internet.
Los hay en diversos estilos, diseños y en variados tamaños, desde las populares papeleras de oficina hasta inmensos recipientes que pueden superar los mil litros de capacidad, pasando por supuesto, por los clásicos contenedores 120 litros que habitualmente se usan en labores de limpieza y mantenimiento.
Estos recipientes de 120 litros son muy prácticos, funcionales, livianos pero muy resistentes y fáciles de manejar. Tienen superficies lisas, tanto en su parte exterior como interior, que facilitan el vaciado de los desechos y la limpieza de la unidad.
Los más modernos vienen provistos de ruedas, con pedal, práctica apertura y cierre de tapa, y un sistema de reducción sonora. Además se les pueden realizar impresiones con la marca de la empresa o institución donde se utilicen.
También está el contenedor de basura 1100 litros, especialmente diseñado para cargas pesadas, de hasta 450 kilos, para acumular la basura en lugares específicos de recolección.
Están elaborados en polietileno de alta densidad, que tiene una gran resistencia al calor, frío, agentes químicos, humedad y rayos ultravioleta, especialmente para aguantar el trabajo pesado en cualquier condición.
Vienen provistos de fuertes ruedas, durables, rápidas y suaves, con bordes de goma sólida. Sus partes galvanizadas tienen protección anticorrosiva, para alargar su vida útil y proporcionar una estética más bella.
Una práctica función que tienen estos equipos de 1.100 litros, es el vaciado con sistema de peine elevador, que utiliza un mecanismo especial adaptado a los camiones que recogen basura, para que de manera rápida, fácil y sencilla, los eleven y viertan su contenido directamente dentro de la unidad recolectora.
Lo mejor para el reciclaje de basura
Los contenedores de reciclaje son una variedad muy importante de este tipo de equipos para la preservación del medio ambiente, porque además de ayudar a la recolección ordenada y limpieza de los desechos sólidos, los reúne de manera clasificada para reciclarlos de manera más rápida y efectiva.
Estos depósitos para reciclar son muy variados, tanto en forma como en estilo, aireados o cerrados, con tapas basculantes o compuertas delanteras, redondos, rectangulares o cuadrados, y, con una característica esencial en este tipo de contenedores, como son los colores específicos mundialmente estandarizados.
Los colores básicos que se utilizan para indicar qué tipo de material se debe vertir en cada recipiente son los siguientes:
Azul, para papel y cartón. Esto incluye revistas, periódicos, material de oficina, envases de alimentos y demás residuos elaborados con esos materiales.
Amarillo, para plásticos y latas. Este color indica que se deben verter en él sólo desechos de plástico, como botellas y envases de alimentos, bolsas y demás objetos similares. Las latas de conservas y gaseosas también van en el contenedor con indicación amarilla.
Verde, para vidrio. En este recipiente se colocan botellas, espejos y cristales rotos y demás objetos de vidrio; la porcelana y cerámica no entran en esta clasificación. Siempre hay que tener cuidado en retirar las tapas de metal o plástico de las botellas para garantizar un reciclaje efectivo.
Naranja, para restos orgánicos. Están destinados exclusivamente para recolectar residuos orgánicos, como por ejemplo, sobras de alimentos sin procesar, como carnes, huevos y demás.
Rojos, para desechos peligrosos. Estos contenedores de basura, aunque poco habituales, son muy útiles, por cuanto en ellos se depositan materiales que pueden ser tóxicos o peligrosos, como baterías, aceites, insecticidas, aerosoles, productos tecnológicos y desechos hospitalarios.
Gris, para basura doméstica y otra no clasificada. En estos recipientes se descargan diversos materiales que se usan en el hogar que no están agrupados en las anteriores categorías; y cuando no hay depósito de color naranja, también se puede usar para desechar residuos orgánicos.
Los contenedores de basura no cabe duda que son un excelente apoyo en la preservación del medio ambiente, al constituirse como un elemento esencial en el manejo, manipulación y control de la basura, además de su importante participación en la cultura del reciclaje.
Son un gran aliado de los humanos, de la sociedad en general, por cuanto mientras mejor se traten los desechos sólidos, agrupándolos de manera higiénica y segura, y clasificándolos correctamente para su aprovechamiento y reutilización, mayor será la oportunidad de recuperación que se podrá dar en el medio ambiente y al planeta, que en definitiva, es la gran casa de todos.
