El amor en los tiempos del engagement tecnológico

Para todos es una certeza que estamos en los tiempos más tecnológicos de la historia de la humanidad. Más allá de una mera frase rebuscada, estamos en un tiempo en el que la tecnología a formado parte y sigue incluyéndose en todos los ámbitos de la vida personal y laboral. El amor, las relaciones de pareja, no escapan de este abrazo tecnológico.

Por eso, más allá de los típicos peluches con corazones gigantes que rezan un “te amo”, y de los ramos de flores o serenatas a las 22 horas en la ventana de su cuarto, el amor y las formas en que se manifiestan las relaciones afectivas han cambiado mucho, a la par del desarrollo de nuevas herramientas y gadgets que han favorecido la comunicación y la interacción entre usuarios. Este amor, en estos tiempos de amplia dependencia de la tecnología, se puede manifestar claramente en 3 ejemplos contundentes.

Los detalles multimedia previo hashtag

Anteriormente, se compartían chocolates, refrescos y momentos junto a esa persona ideal. Las comunicaciones se limitaban a coger un teléfono público y llamar a su casa para ver si estaba allí, si podía visitarle, o para avisarle que le esperarías en el parque o en la plaza. Todo eso cambió cuando el móvil se hizo accesible y cuando el internet abarató sus costos. Los detalles diarios, de carácter digital, pasaron a formar parte del día a día de las parejas.

Las parejas más jóvenes, y los jóvenes que pretenden formar pareja, son los que más se apegan a estas maneras geek de conquistar y mostrar amor.

Videos de recuerdos de Facebook

Las últimas actualizaciones de Facebook han tenido un carácter muy emotivo. Una de las actualizaciones con mejor acogida entre los usuarios fue la de los recuerdos de las relaciones en Facebook. Así, Facebook recopila automáticamente todas las imágenes en común de esa pareja, y crea un video que sólo es visible para ambos, a menos que quieran compartirlo con sus demás contactos en la mencionada red social.

Los videos de recuerdos de Facebook suelen llegar en fechas “amorosamente” fijas, como el aniversario de la relación que se coloca en Facebook, así como las fechas de San Valentín.

Las típicas etiquetas de Instagram

Manifestar amor en las redes sociales tiene muchas vertientes. Quizás la más común es la etiquetar cosas, momentos, lugares, productos, platillos y demás imágenes en la red social Instagram, para que la pareja la vea, comente, interactúe, o coja la idea para un próximo regalo o invitación.

Así, cuando una chica ve la imagen de un peluche gigante, y coloca una etiqueta, el chico debe entender que ya debe ir buscando la manera de comprar ese peluche para darle una sorpresa próximamente a su enamorada. Del mismo modo ocurre con las fotos de lugares maravillosos, que van sugiriendo unas vacaciones para dos.

Amores a larga distancia

Por razones de estudio o de labores, no son pocas las parejas que se distancian. Puede ser por un corto plazo, como pueden ser distanciamientos mayores a un año. En ambos casos, mantener el vínculo afectivo, saber por qué están juntos y demostrar que se extraña y se quiere mucho a esa persona es parte fundamental para mantener viva la relación. La frialdad, producto del propio distanciamiento, siempre atentará con invadir su morada y echar por tierra a la relación.

Las videollamadas

La solución más interesante que la tecnología ha proporcionado en estos casos es la de las videollamadas. Utilizando servicios tan populares como Skype, es posible llamar al ser amado, sin importar en qué ciudad o en qué lado del mundo se encuentre. Verle la cara, tenerlo frente a frente, es más interesante y da un aspecto más realista al contacto amoroso del que se tendría, por ejemplo, con una llamada telefónica ordinaria.

Mantener el contacto, más no invadir el espacio

El problema principal de este método es el de invadir el espacio. Extrañar a alguien se ha convertido en el justificativo perfecto para llamarlo cada 30 minutos, preguntarle dónde está, qué hace, con quién, y un sinfín de consultas de un cuestionario necio que no hace más que entorpecer la relación. Así, aunque las relaciones pueden mantener el afecto sin sufrir en demasía por el distanciamiento, también hay que saber medir y calcular los límites de lo que es correcto y lo que es abusivo en el trato con su pareja.

Los sitios webs para encontrar pareja

En otros tiempos, encontrar una pareja se resumía en ver a una chica (o chico) que te gustara, y esperar a que se diera el primer contacto entre ambos. En algunos casos, la mujer estaba destinada a esperar a que fuera el hombre quien se decidiera a actuar, a mostrar interés y propiciar el primer contacto. Esperas que a veces consistieran en meses o hasta años, hasta que por fin el chico daba el paso más importante para la consecución de esa relación soñada.

Ahora, todo aquello se vio evolucionado hasta el punto de que existan hoy aplicaciones para ligar. Lo que decimos cortejar, ligar, encontrar pareja, queda dentro de una página web en la que en una especie de catálogo virtual están todas las personas interesadas en encontrar una pareja. En estas aplicaciones cada uno coloca su información personal, así como detalles de cómo es, de qué le gusta hacer, y cómo le gustaría tener a una pareja.

Estos sitios web y aplicaciones han tenido una evolución gigantesca y cada vez más usuarios, que en busca de su amor ideal ven en estos abanicos de corazones la oportunidad más real y nítida de encontrar la pareja perfecta. En España, su mayor interacción radica en las grandes ciudades, donde las parejas se buscan y se encuentran, en su mayoría, en los dos tics azules del WhatsApp.