Samuel Viyuela: “Filoctetes habla de las cualidades humanas”

El joven actor Samuel Viyuela conoce muy bien Mérida y su festival de teatro, primero porque vivió en la ciudad una pequeña temporada, y segundo porque su amor al certamen le viene de familia.

Se estrenó sobre la arena del teatro ejerciendo de figurante hace más de diez años, y ahora regresa encarnando al soldado que acompaña a Ulises en su aventura con Filoctetes.

Personaje que da nombre a un montaje que habla de las cualidades humanas, y que le ha permitido trabajar con grandes de la escena teatral nacional, entre ellos su padre, Pepe Viyuela.

Sobre su presencia en la 64ª edición del Festival de Mérida, ha hablado con RegiónDigital.com

Pisó la arena del teatro romano hace diez años con Miles Gloriosus, obra en la que hacía de figurante, y regresa ahora con personaje. ¿Qué sensaciones tiene ante este gran estreno?

S.V.: Tengo un gran recuerdo, éramos más de veinte figurantes, todos en escena, y al final de la función sentí un gran impacto en el pecho tras el aplauso de las más de 2.000 personas que estaban en el graderío. Es una sensación que se me ha quedado grabada.

Y, cuando entramos al teatro, mirando a escena desde la grada, sentí una gran sensación de grandeza. Cada una de las piedras del teatro irradia la cantidad de cosas que allí se han vivido. Tengo muchísimas ganas de arrancar.

¿Cómo fue esa primera incursión en el Festival de Mérida?

S.V.: Fue realmente un castigo. Mi padre era el protagonista en Miles Gloriosus, el montaje se preparó aquí, y estuvimos en la ciudad unos tres meses. Como era mal estudiante, mis padres me trajeron con ellos para que no me escapara de estudiar durante el verano. Dijeron al director del montaje que me diera algo que hacer.

Lo primero que hice fue colocar focos. Pero poco después, se necesitaban figurantes y me presenté voluntario. Con ello consiguieron alentarme para trabajar en esta profesión. Lo que comenzó siendo un castigo terminó en una motivación.

“Filoctetes” será la primera vez que se represente en el Festival de Mérida. ¿Qué nos encontraremos en escena?

S.V.: A priori puede parecer un montaje denso, porque es un texto un poco enrevesado, pero en realidad todo lo que se habla es muy llano. Se habla de las cualidades humanas, y los actores que lo interpretan son muy grandes.

Pedro Casablanc y Pepe Viyuela representan a una de las generaciones más grandes que ha podido tener el teatro en España. Es la que está marcando el camino y lo hacen de la mejor de las maneras.

¿Qué mensaje traslada este montaje al espectador?

S.V.: Las lecturas que se pueden hacer son varias. El director, Antonio Simón, siempre pone muchas capas a los personajes para que cada uno se lleve un mensaje a casa.

En esta función, como los protagonistas son Filoctetes y Neoptólemo, una de las lecturas posibles es la integridad de cada uno a la hora de conseguir lo que quiere. Todos buscamos nuestro objetivo y cuando se contrapone con el de otro, los medios que utilicemos van a ser fundamentales.

En el montaje, Ulises defiende que el fin justifica los medios, mientras que Neoptólemo prefiere fracasar siendo honesto, que conseguir su objetivo siendo una persona ruin.

Mentiras, traición, corrupción, son algunos de los ingredientes de “Filoctetes” . Una obra muy actual, defendéis…

S.V.: Una realidad pura y dura. Todos los días conocemos casos nuevos de corrupción, de engaños de la clase política para conseguir su fin. Y para ello los medios no les importan. Algo que se recoge en este montaje.

Será el soldado de Ulises. ¿Cómo describiría a su personaje?

S.V.: El personaje ha evolucionado mucho durante el proceso de creación. Cuando arrancó el proyecto, el soldado se llamaba Corifeo, el líder del coro. Pero en este caso no es un Corifeo al uso, por eso al final termina siendo un personaje sin nombre.

Representa a toda la clase baja, a  todas las personas anónimas que forman parte del proceso imperialista. En este caso, este soldado anónimo es un fanático del poder, no tiene problema en obedecer ni atender a cualquier orden, incluso acepta su condición de gregario.

No tiene aspiraciones a llegar más lejos, a crecer en la pirámide de poder, simplemente es un peón que se inmolaría si tuviera que hacerlo.

¿Qué supone para usted trabajar con su padre en esta función?

S.V.: Ha sido un proceso muy familiar. Cuando empezamos a ensayar, éramos los cuatro personajes sin el coro, éramos un equipo pequeño. A Félix Gómez no le conocía pero enseguida hicimos muy buena piña. Y con Pedro Casablanc y con Antonio Simón si había trabajado antes.

Trabajar con mi padre está siendo muy cómodo, es la segunda vez que trabajamos juntos. Había que generar una complicidad entre Ulises (personaje interpretado por Pepe Viyuela) y el Soldado, y esa complicidad ya estaba. Cuando vivía en casa de mis padres había más guerra, pero ahora que nos vemos menos la relación es mucho más fácil. (Risas)